No era la única que se beneficiaba de él, pero aún así, como de una perfecta harmonía se tratase, a todos nos mantenía a salvo.
Ni por asomo era el mejor del universo, había muchísimos otros mejores que él, más grandes y fuertes. Incluso había temporadas donde tenía ataques irracionales de ira que nadie sabía entender, pero era nuestro líder y de alguna forma nos hacía sentir parte de una familia.
Aunque todo esto se vió alterado por las circunstancias. Enfermó y con el tiempo nos fue afectando a todos, sobretodo a mí, que siempre he estado llena de vida y era la que más le necesitaba.
Ahora ya no está, yo estoy muriendo y conmigo todo lo demás, porque ya no se conocerá la vida y la muerte, porque conmigo termina todo.