Ojal谩 Miranda la hubiera encontrado en una amistad, en el amor o en la familia. Desde ni帽a hab铆a sido una maestra en los juegos de azar y aunque sol铆a hacer trucos de magia quien realiz贸 el mejor truco de escapismo fue pap谩, ya que un d铆a sali贸 por la puerta y no volvi贸 a aparecer nunca m谩s.
Fue un truco que realmente le sorprendi贸.
Con el paso del tiempo aquello influy贸 mucho en Miranda, ella tambi茅n hac铆a desaparecer la materia l铆quida de las botellas de alcohol, tambi茅n usaba el escapismo para huir de las relaciones cercanas por miedo a que volvieran a abandonarla y sobretodo le encantaba apostar.
Apostaba a cualquier cosa, carreras de caballos, ruleta, blackjack, incluso al ajedrez si pillaba a alguien lo suficientemente inocente como para aceptar la oferta. Era lo 煤nico que pod铆a llenar aquel vac铆o, el juego la entreten铆a, la hab铆a preparado para pruebas mentales mucho m谩s elaboradas y eso la aislaba de pensamientos intrusivos.
No ten铆a tiempo para nada m谩s, s贸lo para tr茅boles, picas y rombos. El 煤nico coraz贸n que Miranda pon铆a en juego era el de la baraja inglesa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario