—Pensaba que tardar铆as en volver.
—Yo tambi茅n, pero me lleg贸 una carta con tu nombre.
—¿Y qu茅 me has venido a decir?
Desplaz贸 su huesuda mand铆bula hac铆a abajo y pude ver sus blanquecinos dientes, intent贸 mostrar algo parecido a una sonrisa ir贸nica.
—Eso ya lo sabes, aunque a煤n no lo hayas querido aceptar. Quer铆a traerte algo antes, quiero que lo cuides bien, es muy importante para m铆, no lo pierdas.
Meti贸 la mano en el bolsillo y extrajo lo que en apariencia era un collar con la cadena plateada y una joya azul que adornaba como una especie de medall贸n con una apertura en el lado derecho.
—Es un regalo que te hago, prot茅gelo porque te ser谩 muy 煤til all谩 donde vas a ir. —lo coloc贸 sobre la palma de mis manos y volvi贸 al sill贸n.
—¿Para qu茅 sirve? —lo alc茅 para poder verlo en diferentes 谩ngulos ya que era dif铆cil con la poca luz que ofrec铆a la noche.
—No puedo dec铆rtelo, porque yo tampoco lo s茅, me fue otorgado hace mucho, por suerte jam谩s tuve que darle utilidad. Espero que puedas descubrirlo t煤 mismo por los dos. Cu铆date.
Se levant贸 despacio y se dirigi贸 a la ventana, un caballo negro le esperaba abajo. Despu茅s de un peque帽o esfuerzo batallando con las ramas de los 谩rboles logr贸 caer a la perfecci贸n sobre 茅l. El caballo relinch贸 y se levant贸 a dos patas, la muerte le agarr贸 de su musculado cuello y juntos se alejaron hac铆a el horizonte hasta desaparecer en la oscuridad.
Me libr茅, a煤n si saber bien c贸mo, una vez m谩s de su afilada guada帽a.. no fue la 煤ltima vez que nos vimos desde luego, pero eso es otra historia
Ilustraci贸n de Nicolas Navarro.
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