viernes, 25 de diciembre de 2020
Desde que él se apagó.
jueves, 22 de octubre de 2020
Temporal
miércoles, 14 de octubre de 2020
Baraja Inglesa
domingo, 11 de octubre de 2020
La llegada
Apareció de la nada y me sobresaltó. Su fino manto le descubría partes de su cuerpo, pisaba el suelo de forma dispersa, como si ya hubiera caminado más pasos de los que nadie se había alcanzado caminar. La luz de la ventana descubría una túnica rasgada por el tiempo que dejaba a la imaginación lo que se ocultaba debajo.
—Pensé que nunca llegarías.
—Sabes que tarde o temprano debo recogeros a todos.
Agarró el viejo sillón que se situaba junto a la cómoda y lo colocó junto a la cama, se retiró la capucha y una especie de escalofrío recorrió mi cuerpo, no había suficientes jerseys de lana de la abuela Clarice en el mundo que pudieran quitarte ese frío.
—¿Había mucho tráfico? —pregunté a modo de burla.
—Lo normal.. ya sabes cómo funcionan estas cosas, hay días que la lista es más larga que otros.
El viento colocó una nube por delante de la luna y volvió la completa oscuridad. Intentaba que no se notara la inquietud que pesaba sobre mí, no era la primera vez que venía pero esta vez parecía la definitiva, y eso que había intentado despistarla todas y cada una de las veces pero cada día que pasaba era mucho más difícil hacerla marchar.
viernes, 2 de octubre de 2020
Celestial
domingo, 27 de septiembre de 2020
WRATH
sábado, 26 de septiembre de 2020
ENVY
Pensaba que no era importante. Observaba con detenimiento su alrededor, veía ropajes que no podía vestir, comida que no podía degustar, una vida que no podía poseer. Su bajo estatus social la reducía a una vida de simpleza y mediocridad.
No sabía leer, ni apenas escribir. La escolarización parecía algo tan lejano para una persona como ella. El sueldo de sus padres se perdía entre tantos hermanos. El pequeño recibía una gran cantidad de atención, el mayor una gran cantidad de elogios por su enorme ayuda a la familia, mientras tanto, ella, en el medio, pasaba lo suficiente inadvertida como para que mamá a veces olvidara su nombre o incluso la confundiera con otro de sus hermanos.
Deseaba con todas sus fuerzas tener algo mejor, estaba segura de que podía alcanzarlo, porque ¿qué eres si no tienes nada? Pues eso, ¿no? Nada. Una insignificante mota de polvo en el universo. Una persona carente de valor porque todos sabemos que cuanto más tienes más vales.
Así que hizo todo lo posible por ascender. Se alejó de su familia a muy temprana edad, trabajó, se casó con una persona de fortuna, se relacionó con los amigos de esta y vivió muchos años rodeada de lujos pero.. No logró alcanzar la felicidad.
Quizá el dinero ayude pero si es cierto que hay cosas que son reales, que contienen un valor.. que el dinero no puede ofrecer. Ella perdió no sólo su tiempo buscando algo que no logró hallar, si no también otras muchas cosas que día a día están a nuestro alcance y no disfrutamos por envidiar lo que otros tienen.
Ilustraciones de: Marija Tiurina.
viernes, 25 de septiembre de 2020
LUST
jueves, 24 de septiembre de 2020
PRIDE
miércoles, 23 de septiembre de 2020
GREED
martes, 22 de septiembre de 2020
GLUTTONY
Si no tengo hambre pero no puedo dejar de comer. Es un círculo vicioso.
Un miedo intenso recorre tu cuerpo, le acompaña un hambre irracional, no es mucho pero es suficiente. Comes y ni siquiera entiendes por qué, quizá porque tienes miedo. El vacío en tu interior quiere abarcar la inmensidad, intentas reducirlo con comida, pero es como un agujero negro, cuanto más absorbe más grande se torna.
¿En qué momento el alimento se volvió algo destructivo? ¿Por qué lo que nos da la vida también nos convierte en adictos?
Parece algo casi instintivo. Incluso primitivo. Nos hace abandonar todo raciocinio y nos impulsa a devorar como bestias salvajes lo que esté a nuestro alcance. Tiempo después llega el arrepentimiento, el por qué habré hecho eso si ahora mi cuerpo se deforma y ya no se ve bonito.
lunes, 21 de septiembre de 2020
SLOTH
Saturados de información, obligados a seguir unos horarios establecidos, enlatados en vagones de metal unos junto a otros, amordazados por sistemas de leyes injustos, dominados por otros humanos corruptos ansiosos de poder. ¿Oyes ese llanto? Es la Madre Tierra que cada año agoniza esperando lentamente su fin.
Nos creemos importantes, más avanzados e imprescindibles para un mundo que hemos destruido con nuestras propias manos, que no nos necesita, que pide a gritos que lo abandonemos. Como una relación tóxica, como un cáncer terminal.
Ajenos al dolor del mundo nos evadimos de toda responsabilidad, jugamos, bailamos, cantamos, nos entretenemos. Dejamos los males mayores a manos de otros, en otras manos más grandes y poderosas, como si eso les hiciera más sensatos y a nosotros menos cómplices.
Donde predominan el miedo y la tristeza, donde nos amparamos en creencias para no caer en la locura. Evitamos cualquier compromiso que no nos proporcione un beneficio directo. Esquivamos la verdad, damos infinidad de rodeos, nos deshumanizamos, desaparecemos y nos aislamos porque la pereza es uno de los lastres más fuertes en el ser humano. Y así lo será hasta el final de sus días.
Ilustración de: Marija Tiurina.
viernes, 11 de septiembre de 2020
¿Cómo puede ser de noche?
Hace apenas un segundo.. justo antes de parpadear.. yo.. podía alargar mi brazo y acariciar tu piel donde ahora permanece la sábana. Notar la cálida bienvenida de tus brazos y descansar.
Combatir con el arma más poderosa que conozco. Admirar tus ojos, semejantes a un hermoso bosque. Golpea mi corazón, me zarandea y me deja completamente indefensa.
En cambio, tú, frío, distante, como de Neptuno al Sol. Te alejas poco a poco en dirección quién sabe dónde. No miras atrás, ya no te importa.
Ojalá pudiera explicar lo que es, ojalá tú también pudieras sentirlo como yo. Ojalá lo sientas.
lunes, 7 de septiembre de 2020
Monstruos.
miércoles, 2 de septiembre de 2020
Toda buena historia..
Toda buena historia empieza con una petaca de anís, o eso era lo que el abuelo decía.
Nunca había visto a alguien tan sabio como él, así que debía de tener razón también en eso.
Contaba las mejores historias que había oído, podría haber escrito libros enteros sobre todo lo que había vivido. Las personas que más han sentido son las que más tienen de qué hablar.
El alcohol le hacía divagar a menudo, empezaba frases antes de acabar otras. Movido por la nostalgia se le entrecortaba la voz, lloraba, reía, pero sobretodo nos hacía darnos cuenta de lo preciado que había sido el tiempo que le habíamos dedicado.
El abuelo ya no está pero sí conservamos la petaca en la que él bebía, mientras se sumergía en todos aquellos recuerdos alterados, seguramente por el tiempo y el anís.
A veces, cuando le echo de menos la relleno de nuevo y entiendo ese dolorcito en el pecho que me recuerda que aún estoy vivo, que siento, que esta petaca aún le quedan historias que contar.
Para: @Karaka1792